Fundada en 1886, la casa Draeger ha sobrevivido al siglo XX, a sus dos guerras y a su progreso técnico para convertirse en una editorial imprescindible, siempre a la vanguardia de la innovación. Desde sus inicios hasta hoy, una mirada retrospectiva a una saga familiar y empresarial única, construida alrededor del compartir y el deseo de potenciar las emociones.
CHARLES DRAEGER, EL FUNDADOR
La historia de Draeger comienza con Charles Draeger. Nacido en 1844, aprendió desde muy joven el oficio de imprenta junto a su padre Nicolas, que trabajó durante mucho tiempo en el Banco de Francia. Se apasionó por la profesión y rápidamente se convirtió en un experto tipógrafo de color, lo que le llevó a incorporarse a la imprenta de Lahure en la década de 1860. Esta empresa ocupó un lugar importante en la vida de Charles Draeger y en la de su pareja, ya que su esposa, Amélie Bagdassard también se unió a él. Lo mismo ocurre con sus tres hijos, Georges, Maurice y Robert, que crecieron entre la prensa y se formaron en diferentes especialidades. El matrimonio Draeger tuvo entonces la idea de fundar un negocio familiar: después de encontrar un taller, comenzaron la aventura de Draeger & Lesieur el 13 de agosto de 1886. La familia Draeger puso entonces todos sus esfuerzos en desarrollar el negocio de la imprenta y ayudarlo. hacerse un nombre por sí mismo.
EL NACIMIENTO DE DRAEGER FRÈRES
En Draeger se hacía hincapié en la especialización y el desarrollo de las técnicas, y los trabajadores probaban todos los procesos modernos de la época, como el grabado tricrómico o el grabado en semitonos. La exposición internacional de 1889 contribuyó a la reputación de la empresa y al desarrollo de su clientela: la familia consideró entonces ampliar la empresa ante la abundancia de pedidos. En febrero de 1889, adquirió una propiedad en Montrouge, en medio de huertas y tabernas. Unas semanas más tarde, Charles Draeger murió repentinamente; su viuda Amélie se hizo cargo de la empresa y cambió el nombre para que perteneciera enteramente a sus hijos: así nació Draeger Frères.
UN INICIO DE SIGLO CON FANCING
El año 1900 fue fructífero para Draeger Frères: la empresa presentó sus folletos durante la Exposición Universal, mientras que los grandes grandes almacenes, las casas de alta costura, de moda y de automóviles recurrían a la imprenta para producir sus trabajos de prestigio y precisión. Se produjo un punto de inflexión para la empresa, que se dedicó más a la creación: el terreno adquirido en Montrouge se transformó para albergar una fábrica y un espacio habitable. La empresa aprovecha para equiparse con máquinas de última generación y especializarse en diversas técnicas. Durante la Primera Guerra Mundial, la imprenta se adaptó fabricando casquillos o imprimiendo boletines informativos para los soldados... Los tres hermanos nunca dejaron de innovar, ya sea viajando a los Estados Unidos (Georges hizo, en particular, un viaje de estudios a través del Atlántico en 1919 ) o instalando un estudio fotográfico dentro de la imprenta para experimentar aún más.
COLABORACIONES INOLVIDABLES
Desde grandes casas de lujo hasta artistas, las colaboraciones de Draeger han dejado su huella. Entre los más memorables: el de la marca Nicolas, que da como resultado creaciones originales y artísticas para gloria del vino. La redacción de determinados catálogos publicitarios por los escritores Colette y Jean Cocteau. En la década de 1920, los más grandes artistas contemporáneos como Braque, Picasso, Latour y Cassandre colaboraron con Draeger y contribuyeron a su fama. En 1929, Draeger aprovechó su exclusiva encuadernación en espiral para Hermès para imaginar un diario que se convertiría en un libro de culto. Sin olvidar a Peugeot, Ford, Chrysler, Lancôme, Coty o Guerlain, también utilizan los servicios de Draeger para imaginar y realizar anuncios memorables...
DE ÉXITO EN ÉXITO
Charles, Jacques y Marguerite, los tres hijos de Georges Draeger, crecieron en los talleres de Montrouge y desarrollaron un vínculo especial con la empresa familiar. Charles y Jacques Draeger decidieron continuar el trabajo de sus padres y se enfrentaron a numerosas dificultades: durante la Segunda Guerra Mundial, lucharon contra la escasez; en los años 1960, se enfrentaron al desarrollo del progreso técnico que popularizó las técnicas de impresión y las hizo accesibles a todos. Mientras tanto, los hermanos comprendieron que la innovación exigía también la diversificación de sus actividades: en 1956 adquirieron Éditions Yvon y entraron así en el mundo de la papelería.
Una nueva página en la historia de Draeger se escribe con los tres hijos de Jacques Draeger: Claude y Alain nacieron respectivamente en 1936 y 1937, Guy en 1947. Como sus mayores, trabajaron en los talleres de imprenta y se formaron en el oficio para aprender. cómo retocar fotografías, ajustar una copia, encuadernar... Claude Draeger se destaca especialmente por la edición de libros de artista de gran formato. ¿El más memorable? “Draeger’s Dalí”, una extraordinaria obra íntegramente diseñada con Salvador Dalí, de la que se han impreso más de 250.000 ejemplares.
Desde 1956 y la adquisición de la marca Yvon, la empresa se ha centrado en el negocio de la tarjetería, ofreciendo miles de referencias de postales. Mientras tanto, las tarjetas de felicitación se hicieron populares y Draeger se destacó prestando especial atención a la elección del papel, su texto y los acabados. Creaciones atrevidas con un innegable alma extra, para cultivar conexiones únicas, contar un momento precioso, ponerse al día con las novedades o simplemente dar las gracias.
UN NUEVO CAPÍTULO SE ESTÁ ESCRIBIENDO
Claude y Alain Draeger conocen muy bien los cambios tecnológicos y sociales que se están produciendo y tienen la difícil tarea de decidir sobre el futuro de la empresa. ¿Deberíamos reducir nuestras actividades, desarrollarlas o venderlas? En 1971, el grupo Gaillard Motel adquirió Draeger Frères, mientras que la familia Draeger conservó las ediciones Yvon. La empresa está dirigida entonces por Alain Draeger, que se centra en producciones creativas y de calidad. Al mismo tiempo, Claude Draeger fundó la editorial Anthese, de la que se hizo cargo su hijo Nicolas en 2002. En cuanto a las ediciones de Yvon, se convirtieron en Draeger La Carterie en 2018 y fue Olivier, el hijo de Alain Draeger, quien aseguró desarrollo desde 2006. La saga familiar definitivamente no ha terminado...